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Lácteos, huevos, pescado, frutas, legumbres… Hoy en día es cada vez más habitual sufrir algún tipo de Intolerancia Alimentaria.
Algunos alimentos provocan malestar e ingestas en personas, por lo que es necesario saber identificar qué tipo de intolerancia alimentaria se padece para evitar situaciones desagradables.
¿QUÉ ES LA INTOLERANCIA ALIMENTARIA?
Se define como intolerancia alimentaria a la reacción adversa del organismo ante el consumo de ciertos alimentos, aditivos y conservantes que no son bien digeridos o metabolizados. Estos alimentos provocan una reacción inflamatoria que generan problemas digestivos.
Los principales síntomas de la intolerancia alimentaria suelen ser diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, acné u otros problemas en la piel. No existe tratamiento específico para la intolerancia alimentaria, por lo que es aconsejable que las personas dejen de tomar los alimentos que le producen síntomas fuertes.
TIPOS DE INTOLERANCIA MÁS COMUNES
Intolerancia al gluten
Las personas celíacas son intolerantes a esta proteína que se encuentra en cereales como el trigo, avena, centeno o cebada, lo que provocan en ellas fuertes trastornos digestivos. No pueden comer alimentos como el pan, galletas, pastas y bollerías industrial, etc.
Intolerancia a la lactosa
Es la intolerancia al azúcar que se encuentra en la leche (de vaca, oveja y cabra) y que afecta al sistema digestivo generando dolor e hinchazón. Las personas intolerantes a la lactosa no pueden comer alimentos como leches, helados de crema, mantequilla, flanes, natillas y otros alimentos dulces que contengan lactosa. También deben evitar el exceso de charcutería.
Intolerancia a la fructosa
Es el azúcar que contiene la fruta y afecta a ciertas personas porque su sistema digestivo es incapaz de descomponer este azúcar. Entre los alimentos no permitidos se encuentran: coco, granada, mango, manzana, melón, papaya, pera y sandía, así como la miel y dulces con fructosa.
Intolerancia a la sacarosa
Es el edulcorante más común, pues la mayoría de los dulces y la repostería está elaborada con este tipo de azúcar. Las personas intolerantes a la sacarosa no pueden digerirlo durante la digestión. Por ello, deben evitar alimentos como chocolate, mermelada, dulces, chucherías y golosinas, bollería y repostería, lácteos y bebidas azucaradas.
Intolerancia a la histamina
Esta sustancia está presente tanto en los alimentos que consumimos como en nuestro propio cuerpo. Cuando se desarrolla intolerancia a la histamina es porque nuestro cuerpo no produce la suficiente enzima para disolverla.
Entre los alimentos que habrá que quitar de la dieta durante un tiempo se encuentran los embutidos y la charcutería, café, té, quesos, pescado azul en conserva, y verduras como el tomate, pimiento, berenjenas y espinacas, entre otros muchos.
¿ES LO MISMO INTOLERANCIA ALIMENTARIA QUE ALERGIA?
Las distintas reacciones a los alimentos se suelen confundir con alergias alimentarias.
La alergia alimentaria provoca una serie de reacciones en el sistema inmunológico, entre ellas la producción de anticuerpos.
Estos anticuerpos son los encargados de producir varios síntomas como picor, tos, trastornos respiratorios o inflamación de la boca o labios… e incluso puede producirse un shock anafiláctico.
La principal diferencia entre una intolerancia y una alergia radica en que la primera afecta al metabolismo y la segunda produce efectos en el sistema inmunológico.
Además, es frecuente que los síntomas de alergia a algún alimento aparezcan inmediatamente (con un margen de media hora después de haber ingerido el alimento), mientras que la intolerancia puede desarrollarse hasta 24 horas después.
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